jueves, 10 de septiembre de 2009

EL MUSEO COMO CENTRO CULTURAL POLIVALENTE

EL MUSEO COMO CENTRO CULTURAL POLIVALENTE

Fabio Javier Echarri

“Las estadísticas europeas indican que la asistencia a museos aumenta, mientras decrece en los últimos años el número de espectadores de teatro y cine.” Nestor García Canclini

El relevante papel que juegan hoy los museos en la cultura chaqueña está fuera de toda duda. La importancia que asumieron en la última mitad de la década del ’90 para la sociedad en su conjunto, y para la clase política y dirigente en particular, han permitido que los otrora “depósitos de antigüedades” puedan convertirse en verdaderos centros culturales donde se prioriza la acción educativa y se preserva el patrimonio cultural y natural de los chaqueños.

Panorama chaqueño

Una década atrás, la situación de los museos del Chaco era verdaderamente deprimente. Los dependientes del Gobierno Provincial no contaban con edificios propios ni personal suficiente para cumplir con sus misiones y objetivos. El Museo del Hombre Chaqueño – principal depositario del patrimonio cultural de la provincia -, no lo poseía y estuvo condenado a deambular por distintos locales alternativos que nunca reunieron las mínimas condiciones para salvaguardar su acervo y garantizar su conservación, y se mantuvo gracias al tesón de su creador y director Ertivio Acosta . El Museo Ichoalay permanecía cerrado y sin control de las piezas históricas de su fondo museológico. El Museo de San Buenaventura del Monte Alto no dejó de ser una simple expresión de deseos. El Museo de Ciencias Naturales pudo, a duras penas, encontrar un espacio definitivo en la antigua estación francesa. El Museo Provincial de Bellas Artes, dueño de una invalorable pinacoteca y estratégicamente ubicado en el corazón de la ciudad, aun no es propietario de su espacio. Los museos del interior de la provincia, sostenidos por los gobiernos comunales, se mantuvieron por el esfuerzo de unos pocos entusiastas que se negaban a permitir el deterioro de los testimonios de su propia historia.
Esto ha cambiado y justo es reconocerlo. La creación de nuevos museos - Museo de Medios de Comunicación, Casa y Sitio Histórico “Luis Gerladi”, Museo de la Isla -; el impulso dado a los ya existentes – Museo del Hombre Chaqueño, Museo Ichoalay -; los proyectos en marcha y en parte concretados – Museo de las Palmas, Museo de San Bernardo, Museo del Cielo -; han permitido vislumbrar una nueva etapa en la museología local y ya reconocida en los medios y la sociedad.

Hacia una nueva propuesta

Nestor García Canclini sostiene que “los museos, como medios masivos de comunicación, pueden desempeñar un papel significativo en la democratización de la cultura y en el cambio del concepto de cultura”. También afirma que las nuevas concepciones museológicas permiten ver a los mismos como centros culturales polivalentes. Si a esto le agregamos lo expresado anteriormente sobre las estadísticas europeas de visitas a museos, nos es factible deducir que, como ya ocurre en los países más desarrollados del mundo, el museo se convierta en el centro cultural por excelencia en la Argentina y el Chaco. Vale aquí un ejemplo: el Paseo de Artistas y Artesanos y el Vivero del Museo – áreas de extensión del Museo de Ciencias Naturales “Augusto Schulz” de Resistencia-, que estimulan la industria cultural local y desarrollan actividades de todo tipo – danza, música, teatro, etc. -, es hoy por hoy la acción cultural más importante de la región, que nuclea la mayor cantidad de público sumando todos los domingos del año, que se realiza con escasísimos recursos, y es una fuente de empleo y generador de ingresos para los chaqueños.
En virtud de ello podemos hacernos una pregunta: ¿es factible repetir experiencias similares en otras localidades de la provincia? Creemos que sí. Entonces, ¿cómo planteamos una política museológica provincial para aunar criterios?

Museologizar la cultura
Ya venimos desde hace tiempo, en cada encuentro o jornada en la que participamos los trabajadores de museos, manifestando la idea de crear museos regionales en cada localidad cabecera de departamento, que no sean simples “almacenes del pasado”. Es decir, museos donde se acepta toda clase de elementos y se los expone sin sentido didáctico y relación entre ellos; donde falta un guión museológico e implementación de políticas de extensión.
Cada pueblo, localidad o paraje tiene el derecho – tal vez deberíamos decir la obligación – de atesorar aquellos elementos materiales que testimonian su propia historia. Pero la historia de los pueblos del Chaco es similar en muchos de ellos: surgieron casi todos en menos de 50 años y como producto del tendido de rieles y la inmigración, por lo cual es factible deducir que el fondo museográfico que puede atesorar, digamos por ejemplo Quitilipi, sería seguramente parecido al de Machagai o Presidencia de la Plaza. Entonces, ¿cuál sería la diferencia entre los museos de estas localidades? ¿Cómo podría identificar un visitante de Resistencia o de otra provincia la particularidad de cada uno de ellos?
Nuestra propuesta tiende entonces a lograr que cada ciudad o pueblo se proponga la creación de un museo temático que sea único en el Chaco, centralizando el patrimonio cultural sobre ese tema en esa institución, para el cual se trabajaría mancomunadamente entre las distintas dependencias culturales municipales a fin de aportar al fondo museológico de cada museo chaqueño.
Nos preguntamos: por qué no un Museo del Tanino en Fontana, Museo del Puerto en Barranqueras, Museo del Algodón en Villa Ángela, Museo de la Inmigración en Las Breñas, Museo Agropecuario en Sáenz Peña, Museo del Aborigen en Quitilipi, Museo de la Reducción Indígena en Nueva Pompeya, Museo de los Fortines en Puerto Tirol, Museo de la Conquista y Ocupación Militar en Presidencia Roca, Museo de los Gobernadores en General San Martín, Museo del Ingenio Azucarero en Las Palmas, Museo Botánico en Colonia Benítez, Museo de los Meteoritos en Gancedo o Charata... Todos museos distintos, con una tipología y temática definida, que los hace únicos en el Chaco y en algunos casos, en el país.
La propuesta no es difícil de lograr si la acción cultural aparece en la agenda de los intendentes, si prima el espíritu de colaboración, y si en cada localidad se congrega un grupo de ciudadanos dispuestos a levantar la bandera de la cultura y trabajar para lograr una identidad a través de un emprendimiento de esta naturaleza. Que además permitirá crear fuentes de trabajo, generar recursos, diagramar un circuito turístico provincial, y continuar proyectando al Chaco como un polo de desarrollo cultural del nordeste argentino.
No decimos que cada pueblo renuncie a preservar su propia historia cotidiana con lo que su misma gente siente que debe hacerlo. Lo que planteamos es una mirada proyectiva hacia un emprendimiento grande y abarcativo que lo trascienda más allá de las fronteras de su ejido municipal.

Dice García Canclini que “la identidad tiene su santuario en los monumentos y museos; está en todas partes, pero se condensa en colecciones que reúnen lo esencial.” Si a esto agregamos que los museos son hoy centros culturales polivalentes; que las estadísticas en los países desarrollados nos dicen que en los últimos años ha aumentado el público en estas instituciones y mientras ha disminuido la asistencia a cines y teatros; que los museos pueden hacer cine y teatro pero no puede darse el sentido inverso... la propuesta es sumamente posible de concretar.

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