lunes, 24 de agosto de 2009

La Alteridad como Relacion y Tension Socio-Historica

La sinergia es la integración de elementos que da como resultado algo más grande que la simple suma de éstos, es decir, cuando dos o más elementos se unen sinérgicamente crean un resultado que aprovecha y maximiza las cualidades de cada uno de los elementos.

LA ALTERIDAD COMO RELACION Y TENSIÓN SOCIO-HISTORICA
Olver Quijano Valencia*
La reflexión pretende a partir de una mirada panorámica y por consiguiente germinal, un acercamiento a la explicación de la alteridad, en tanto noción, construcción, relación y tensión histórica, no natural; es decir, una relación móvil, en la medida en que su significación y configuración registra mutaciones, no sólo en un horizonte espacio-temporal, sino en medio de la instalación y desarrollo de una inmensa empresa eurocéntrica expansionista y hegemónica, que se extiende y pervive hasta nuestros días. Tal empresa al accionar en pro de la construcción-afirmación de una hegemonía religiosa, comercial y política, se instala en el desconocimiento del ´otro´ como corpus de subjetividad distinta y realidad encubierta, a la vez que paradójicamente tal alteridad se revela y se niega como parte de un itinerario que da cuenta del bárbaro, salvaje, caníbal, inmaduro, infiel, pobre, subdesarrollado, tercermundista y premoderno, entre otras nominaciones, desde las cuales se legitiman los procesos de sujeción y dominación que prevalecen, apelando a tecnologías, estrategias y dispositivos que en el trasfondo prohijan prácticas y manifestaciones que en medio de la exacerbación dan cuenta de nuestro presente o de nuestro mundo inmediato. Se alude igualmente a la demonología y demonolatría en tanto forma como Europa ve al ´otro´ durante el siglo XVI al XVII. Así mismo, se señalan los procesos de domesticación, asimilación y reducción del ´otro´ inferior e incompetente y su inserción en el proyecto desarrollista nacional, como también al Estado productor de alteridades que deben ser disciplinadas y el rol de las ciencias sociales como pieza clave para la organización y control de la vida humana "de la alteridad-. En este análisis importa igualmente, el desarrollo como narrativa dominante e instrumento para normatizar el mundo "especialmente el Tercer Mundo- y para regular al extraoccidental; finalizando en consideraciones acerca de la necesidad de renovar o construir una nueva narrativa que de cuenta de la alteridad en el marco de la entropía cultural, del cruce cultural "interculturalidad- y del fenómeno de eclosión de alteridad, donde el ´otro´ extraño deviene en peligro y requiere su ´reconocimiento´ a cambio del derecho a la diferencia como estrategia que da cuenta de la administración de la alteridad sin su eliminación, en medio de la actual reconfiguración histórica del poder.



Los olmecas



En América Central existieron tres sistemas logográfico-silábicos en la etapa pre-colombina: el zapoteco, el epi-olmeco y el maya.
Los olmecas aparecen a comienzos del siglo XI a. C. establecidos a lo largo del istmo de Tehuantepec, diseminándose a continuación a lo largo de las costas del golfo de México. Entre los años 800 y 400 a. C. se produce el mayor desarrollo de su cultura, que influyó decisivamente en otros pueblos llegando a absorberlos totalmente y que constituye el fundamento de buen aparte de las civilizaciones de América Central.
Extensión de los Estados olmecas (Siglos XI-V a. C.)
Sus divinidades eran el dios de la lluvia, representado mediante un jaguar antropomorfo y la diosa de la tierra y la luna.
El sistema de escritura epi-olmeco es conocido, principalmente, por dos inscripciones en Veracruz (México): la estatuilla de Tuxtla y la estela de La Mojarra, fechadas en 163 y 156 d. C., respectivamente. Dichas inscripciones contienen material histórico y astronómico.
La longitud del texto de La Mojarra (más de 500 signos) y la cadencia de repetición de ciertos caracteres, respaldan la identificación de esta escritura como logográfica y fonética. La figura inferior muestra la lista de signos contenidos en la estatuilla de Tuxtla y en la estela de La Mojarra. La lista tiene signos simples y abstractos, que son probablemente fonéticos (números 22, 38, 63), y otros más complejos que son probablemente logográficos (números 152, 168).


La gran cultura Olmeca fue la primera en formarse en territorio mesoamericano, se ubicó en la región costera del golfo de México, aproximadamente en el 1800 cuando nace la que hoy es considerada como la "Cultura Madre" del México antiguo, cuyos orígenes y aspectos peculiares constituyen hoy en día un enigma. El término náhuatl "olmeca" significa "habitantes de olman" es decir "habitantes del país del hule", aún no se sabe cómo se llamaban ellos mismos. Según los testimonios arqueológicos permite suponer que la cultura olmeca sentó los cimientos de las grandes civilizaciones que se sucedieron en Mesoamérica hasta la época de la conquista, como los zapotecas, los mayas y aztecas.
Durante los últimos siglos de segundo milenio a.C. los fértiles territorios que correspondían a los actuales estados de Veracruz y Tabasco estaban habitados por una densa población que vivía agrupada en numerosos poblados agrícolas. A partir del 1200 a.C. aproximadamente empezaron a verificarse una serie de transformaciones que pueden considerarse el embrión de una auténtica civilización, que duraría unos 800 años
En el centro de muchos poblados se erigieron algunas plataformas en tierra de estructura piramidal, cuya función era la de edificios de templos, lo cual constituye las primeras obras arquitectónicas Mesoamérica. A estos conjuntos de plataformas escalonadas se les ha llamado "centros ceremoniales". Los más importantes centros ceremoniales descubiertos son San Lorenzo, la venta, tres Zapotes y laguna de cerros en México. Se cree que San Lorenzo fue el primero florecer alrededor del 1200 a.C. y sufrió una violenta destrucción a la cual siguió el nacimiento de la venta en Tabasco (800 al 400 a.C.), este último fué el principal centro olmeca, una autentica ciudad que poseía las características que serían comunes en los centros urbanos de las ciudades posteriores. La arquitectura de la Venta consiste en plataformas de distintos tamaños, alineados de norte a sur sobre un eje, que en conjunto conforman espacios públicos; es considerada la más grande e importante del área cultural olmeca. Aquí se erigió la más antigua pirámide mesoamericana de 34 metros de altura, cuya forma cónica ha sido interpretada por algunos estudiosos como la reproducción de un volcán.
No se sabe el número de sitios olmecas que existieron pero si que fueron numerosos y que se asentaron en colinas de baja altura o planicies cerca de ríos y lagos, ya que debido a que sus construcciones fueron básicamente de tierra poco o nada queda, pues solo se erigieron algunas construcciones de piedra ya que al no haber suficientes cantidades de ese material debían de importarlo.
Esta civilización también debió ser la primera en utilizar la escultura pues además de ser expertos talladores de jade, dejaron en estos lugares monumentos monolíticos como altares y estelas decoradas en bajorrelieve y el más sorprendente hallazgo de este periodo: una serie de cabezas colosales de piedra, de varias toneladas de peso, hasta el momento se han descubierto 17 cabezas gigantes de hasta de tres metros de altura aproximadamente.
Los curiosos rasgos somáticos que caracterizaron a estos gigantescos rostros coronados por una especie de casco, con ojos almendrados, labios hinchados replegados hacia abajo y gran nariz achatada, similares a los pueblos negroides, han llevado a plantear muchos interrogantes a los arqueólogos sobre el origen étnico que aún siguen sin respuesta. Se han encontrado también de dimensiones más pequeñas diversos recipientes cerámicos, figurillas de terracota de rostros infantiles llamados "Baby Face", pero sobre todo elegantes joyas y figurillas humanas y zoomorfas de jade tallado, serpentina y obsidiana. Que no sólo se han encontrado en nuestras regiones sino también en Belice Guatemala y Honduras, lo que constituye una vasta expansión cultural y comercial olmeca que iniciará en 900 a.C.
Se cree que durante el segundo milenio a.C. surgió y se afirmó una "élite" gobernante, una casta de dirigentes sacerdotes que, por primera vez en la historia de Mesoamérica se expresaron a través de monumentos duraderos y las prerrogativas políticas y religiosas que asumían. Esto queda evidenciado en los ajuares funerarios: probablemente los gobernantes-sacerdotes querían aparecer a los ojos del pueblo como encarnaciones terrenales de las divinidades y los habitantes debían entregar parte de su cosecha y ofrendas a sus soberanos.
Los olmecas practicaban el culto chamánico, aparece el concepto de "nahualismo", según el cual a través de ritos particulares, el brujo-chamán podría transformarse en animal, en particular en jaguar, mediante el uso de drogas alucinantes-hongos y tabaco- y estos acompañados por sacrificios humanos y auto sacrificios.
Los olmecas adquirieron también conocimientos astronómicos, estudios de planetas y ciclos del calendario, entre otras contribuciones el ritual del juego de pelota, se creé también que la escritura, la más antigua descripción de tres Zapotes, Veracruz, gravada en una estela, refleja una fecha correspondiente al 31 a.C.. El problema del uso de la escritura sigue siendo aún hoy controvertido, algunos atribuyen la invención a los zapotecas y es posible que se adoptara una forma de escritura mediante glifos en la época olmeca tardía. Un ejemplo es la inscripción aún no descifrada que se encuentra en la estatuilla de los Tuxtlas y otro un tanto controvertido en la estela de Mojarra. Se supone que los olmecas hablaban una lengua raíz mixe-zoque.
La economía de los olmecas estaba basada en la agricultura, el principal cultivo fué el maíz, además del frijol, calabaza, cacao, etc. Además que que estos formaban parte de su dieta y se incluían la carne de pescado, tortugas, venados y perros domesticados.
La cultura olmeca se extinguió, superada o sorbida por otros pueblos, como los zapotecas en Oaxaca y la naciente civilización maya.


Los arqueólogos están divididos respecto a cuánta influencia ejercieron los olmecas en las culturas mesoamericanas contemporáneas y posteriores. ¿Fueron la cultura "madre"? ¿O fueron una de las culturas "hermanas", cuya interacción dio lugar a elementos comunes en la religión, el arte, la estructura política y la sociedad jerárquica?Jeffrey P. Blomster, un arqueólogo de la Universidad George Washington, reavivó el mes pasado el debate madre-hija. En un artículo que publicó la revista Nature, Blomster y otros investigadores revelaron la extendida "exportación" de cerámicas olmecas que, en su opinión, corroboraba "la prioridad de esa cultura en la creación y difusión del primer estilo unificado y del primer sistema iconográfico de Mesoamérica".


El medio fundamental por el que los olmecas expresaron su ideología fue la escultura monumental, trabajada en bulto redondo y en bajo relieve. El motivo principal fue el retrato de los gobernantes, que nos remite a una sociedad jerarquizada en dos segmentos. Los dirigentes olmecas fueron representados por medio de colosales cabezas de piedra basáltica obtenida en las Montañas Tuxtlas, distantes unos 80 km. de San Lorenzo; el inmenso peso de cada pieza y el esfuerzo energético requerido para obtenerlas y llevarlas a la ciudad es otra evidencia, junto con la arquitectura pública, de la estratificación social olmeca y del poder que adquirieron sus gobernantes. También gran relevancia obtuvieron los denominados altares de piedra, en realidad tronos, que se encuentran tanto en el área metropolitana como en zonas de influencia olmeca. En ellos se representaron varios temas recurrentes que documentan la visión del mundo, las divinidades y las prácticas rituales de este pueblo del Golfo de México. Uno de ellos es la presentación de un pequeño hombre jaguar (were-jaguar) por medio de un adulto; en otras escenas los adultos llevan en brazos al pequeño hombre jaguar. Coe ha interpretado estas figuras como la principal deidad olmeca, identificada con los dioses de la lluvia de amplia tradición en la civilización mesoamericana; aunque también se les ha considerado como la expresión de un viejo mito que delega la creación de la Humanidad en la cópula del jaguar con una mujer, y origina un tipo ideal de hombre caracterizado por sus rasgos de jaguar. Evidencias para esta teoría se hallan en tallas de Laguna de los Cerros y de Río Chiquito. También existen representaciones de actividades militares por medio de guerreros armados. El hallazgo casual de estos motivos en áreas de la periferia olmeca ha hecho sospechar a los estudiosos la naturaleza violenta de la expansión olmeca a otros sitios de Mesoamérica; sin embargo, los ejemplos que tenemos son escasos. Junto a ellos, destacan figuras de significado político y ritual como ceremonias de acceso al trono y de legitimación dinástica. Algunos de ellos se vieron incluso acompañados de signos interpretados como prototipos de escritura jeroglífica. Muy útil para comprender la sociedad olmeca resulta la pintura mural, aunque ésta se encuentra fuera del área metropolitana. En Oxtotitlan y Juxtlahuaca existen escenas de ceremonias de la elite, con una figura principal sentada sobre un altar. Al margen de la escultura monumental, los olmecas crearon un sofisticado arte portátil, fundamentalmente en jade, pero también en pirita e ilmenita, minerales con los que confeccionaron espejos. En jade el motivo principal fueron los were-jaguar, junto con hachas en las que se grabaron hombres, perforadores para ceremonias de autosacrificio y máscaras funerarias.




Culturas PrecolombinasAndes Centrales
Chavín
Principio del formulario

Acerca de esta cultura:Ambiente y localizaciónEconomiaArteOrganizacion socialCulto y funebriaPatrón de asentamientoHistoria
Final del formulario


Ambiente y Localización
La Cultura Chavín deriva su nombre del sitio arqueológico Chavín de Huántar, ubicado en un fértil valle de la sierra centronorte peruana, a 3135 m de altitud.
Economía
La base de la economía Chavín fue la agricultura. Si bien no se sabe cuán desarrollados estaban los sistemas de regadío, el uso de gran cantidad de plantas domesticadas (maíz, frijoles, calabazas, papa, quinua, etc.) evidencian un acabado conocimiento de técnicas agrícolas. Esta actividad era combinada con la pesca, caza y recolección de recursos marinos en la costa y con la caza de animales en la sierra. A juzgar por los restos encontrados en los basurales, la llama parece haber desempeñado un importante rol en la dieta y el transporte de bienes.
Arte
Chavín se refiere también a un estilo de arte, caracterizado por el uso de simetrías, repeticiones, líneas curvas, imágenes metafóricas y motivos como los colmillos entrecruzados, el “ojo excéntrico”, las fosas nasales dilatadas y las garras. Gran parte de las representaciones se inspiran en la fauna y flora de la selva amazónica, tales como cocodrilos, felinos, serpientes, águilas y plantas ejecutados en forma intrincada y estilizada. Este estilo se plasma en distintas materias primas y alcanza por lo general altos grados de complejidad. El mayor desarrollo de este arte estuvo en la piedra, con la que construyeron enormes templos y esculpieron estelas y obeliscos con la figura de seres mitad hombre - mitad felino, tales como el Lanzón, la Estela Raimondi y el Obelisco Tello. Esta preferencia por el trabajo de la piedra encuentra un reflejo en la alfarería, la que exhibe un inconfundible aspecto pétreo, ya que es principalmente de color gris y decorada por incisión. Destaca su extraordinaria calidad técnica, así como el énfasis en las decoraciones de tipo plástico y, sólo excepcionalmente, la aplicación de pigmentos de color. Sus formas comprenden botellas con asa-estribo imitando frutas, escudillas y botellas simples.
Organización Social
Aunque discutible, se piensa que Chavín fue un “estado prístino”, es decir, el primero en los Andes en gestarse sin influencias externas. Seguramente, la sociedad se vinculaba por lazos de parentesco, formando clanes y linajes, cuyo prestigio estaba en relación a la cercanía con el ancestro común, posiblemente de origen mítico. Existían especialistas dedicados a las labores productivas, pero la organización de las actividades estaba a cargo de sacerdotes, como parte de un gobierno teocrático en el cual los servicios religiosos aseguraban a los gobernantes los privilegios y el prestigio necesarios para ejercer el control político.
Culto y Funebria
El estilo Chavín parece haberse difundido a través de los Andes Centrales como expresión de un culto consagrado a sus principales deidades. El felino es uno de los elementos centrales de este culto. Sus atributos aparecen en individuos humanos con cetros provistos de grandes colmillos curvos. Las serpientes en la cabeza y cintura, así como las garras de aves de rapiña de estos personajes, indican que los ofidios y las águilas integraban también la constelación de animales que proporcionaban poderes a estas divinidades. Las plantas alucinógenas que aparecen en su iconografía sugieren que el chamanismo desempeñaba un importante papel en las creencias religiosas y prácticas rituales. Las formas de entierro van desde fosas simples con esqueletos extendidos y flexionados, a otras más elaboradas, revestidas con piedras.
Patrón de Asentamiento
El aumento de la población durante esta época se refleja en aldeas ubicadas en la mayoría de los valles de la costa y la sierra, especialmente en las faldas de los cerros. Generalmente estaban compuestas de 20 o 30 viviendas, hechas de materiales perecederos y, en algunos casos, de piedras unidas con barro o a veces con adobes. Las formas de estas viviendas varía de región en región, aunque la mayor parte son de planta rectangular o semicircular. En cerámica existen modelos de casas con techo a dos aguas, posiblemente usadas en la sierra, ya que en la costa las lluvias son muy escasas como pasra requerir este tipo de techumbre. Las aldeas no diferían mucho de las del período anterior, pero contienían áreas para tareas productivas especializadas, así como barrios diferenciados por el estatus de sus residentes. La gran innovación estuvo en la arquitectura monumental de los centros ceremoniales, constituidos por conjuntos de edificios o templos de estructura piramidal, de plataformas superpuestas, hechos de piedra y/o con adobes cónicos. Destaca el gran centro ceremonial Chavín de Huántar, que cuenta con distintos templos, pasillos, plazas, patios hundidos, galerías subterráneas con propiedades acústicas, algunos de ellos construidos conforme a orientaciones astronómicas.
Historia
Chavín representa la consolidación de los procesos culturales de larga historia en los Andes, tales como la invención de la cerámica y la agricultura, la vida en aldeas y la arquitectura monumental. L a distribución de su estilo de arte, principalmente a través de la cerámica y los tejidos, obedeció a la diseminación de sus influyentes ideas religiosas, extendiéndose desde Chongoyape por el norte hasta Ica y Ayacucho por el sur, constituyendo el fundamento cultural de las sociedades que se desarrollaron en los Andes con posterioridad. Algunos autores sostienen que Chavín de Huántar siguió funcionando como un centro de peregrinaje hasta la llegada de los españoles.


Los monumentos de Chavín, por su magnitud, son expresiones realizadas por una sociedad agraria desarrollada, preocupada por satisfacer las necesidades alimenticias de sus integrantes a través de áreas geográficas amplias, como parece indicarlo su carácter de centro de romería. Por lo mismo la sociedad Chavin debió estar dividida nítidamente en dos sectores: el de los mandatarios y el de los gobernados. Debido a ello las antiguas civilizaciones del orbe fueron capaces de crear obras grandiosas en volumen, ingenio y arte como la de Chavín.
El abandono del sitio puede haber sido provocado por el incumplimiento de las obligaciones asignadas a las élites de velar por el sustento, acaso al sobrevenir cambios climáticos devastadores imposibles de enderezar con acciones mágicas.

Introducción a la litoesculturaEl arte lítico chavinense no es propiamente escultórico, pese a que existen más de cien esculturas de cabezas monstruosas, humanas, de animales, etc. Se trata en realidad de un manejo de superficies planas, en donde se graban imágenes relacionadas con el culto. Es un arte asociado a la arquitectura, aunque algunas piezas son obviamente independientes de ella, como es el caso del ídolo principal, que si bien está dentro del templo, obviamente fue esculpido con independencia de una función de columna, enchape de muro, viga, cornisa o algo similar; ocurre igual con piezas como el "Obelisco Tello". La litoescultura o lapidaria chavinense fue y es el paradigma del estilo llamado "Chavín"; lamentablemente hay pocos objetos iguales en otras partes, esto determinó que los términos de comparación con la cerámica u otros materiales, fueran sumamente arbitrarios, de modo que se produjeron muchas interpretaciones confusas y se concedió al estilo una extensión mayor de la que tiene. Eso favoreció a que se construyeran hipótesis tan ambiciosas como la de considerar a Chavín como la "capital" de un imperio, con un ámbito muy vasto de dominio. Todavía hoy, el llamado "Horizonte Temprano", es confundido como la etapa de expansión de la cultura Chavín a nivel pan-peruano. John H. Rowe (1962), logró hacer una segregación cronológica de las litoesculturas de Chavín, utilizando su asociación con las diversas fases constructivas del centro ceremonial y algunos rasgos estilísticos derivados de la secuencia que él y Lawrence Dawson habían construido para la cerámica Paracas-Ocucaje del valle de Ica.

La influencia religiosa y cultural de Chavín unificó el Perú preincaico por medios pacíficos pero propendió el establecimiento de clases privilegiadas y de desigualdades de riquezas que no podían continuar siendo mantenidas solamente por medio de una ideología. En ausencia de una competencia militar central, la hegemonía cultural de Chavín se desintegró en innumerables grupos locales.
Fueron construidas fortalezas en las cimas de las colinas un poco por todos lados, y cada pequeño grupo luchó por mantener y aumentar su legado de la herencia de Chavín. Finalmente, se desarrollaron grupos regionales, cada uno con caracteres distintivos propios.
De Bernard Cloutier

No hay comentarios:

Publicar un comentario